El significado de formar parte de una guerra de desinfectación, donde la libertad y el pueblo son el máximo estandarte de la revolución, donde la destrucción del sistema, y el reniegue de lo establecido es parte de nuestra piel y sangre, no resta valor a la idea de que para conseguir algo se debe de cumplir con ciertas necesidades...
Ya sea para trabajar en un telemarketing, tener una banda de rock, ser cocinera(o) en un programa matutino de tv abierta, o hasta ser soldado del ejército del fénix se debe de cumplir con ciertos requisitos, no explícitamente raciales, generológicos o de cierta jerarquía social. Simplemente para formar parte de la filas del fénix se juzga un solo patrón: Pensamiento.
Se sabe que la ignorancia domina en cualquier lugar del planeta, pues esta situación, no es una desventaja que sitúe específicamente en México, pues, países del primer mundo como Estados Unidos y Alemania son el más claro ejemplo de que hay estúpidos donde sea. Pero no obstante esto, como una de las principales tareas de un pensador es la de la concientización, la ignorancia puede ser dejada de lado una vez que el nuevo prospecto a soldado a asimilado el pensamiento necesario para volverse un guerrero del imperio.
Tristemente los casos de persistencia de negatividad aparacen.
Los más claros ejemplos de negatividad son los capitalistas que abrazan los conceptos de sistema, capital y tranquilidad, y darían su vida por lo que creen, aún cuando las posibilidades de una traición por parte del sistema, aparesca de un momento a otro.
El segundo de los tipos de imposibles son los patéticos wanabe. El wanabe es un mediocre que decide pensar lo que parece ser mejor, pero sin realmente pensar solo repite lo que parece más inteligente. Muchas ocasiones la concientización es un acto imposible para personas que no llegan a comprender la idea a la totalidad. Obviamente que si hay intención, están bajo el cobijo de poder del imperio, pero su papel dentro de la guerra será más el de una doncella que el de un salvador.
En algunas épocas de antaño, gente como está servía como carne de cañon durante las batallas revolucionaria, sin embargo en nuestra revolución, arriesgar la vida por algo que no se comprende a la totalidad solamente nos equipararía con estados de derecha en guerras sin sentido como la de Irak y Afganistan.
Y el caso tercero, el de los asquerosos y los huevones. Hay siempre que tener muy claro que las ideas de libertad y de libertinaje tienen significados totalmente distintos. No porque se alcance la libertad que tanto se está buscando, se liberarán los demonios de la complacencia y la insalubridad. ¿Y a qué voy con esto? Alguien que crea que se lucha con el sistema porque está reniega a una vida de constantes abusos en cuanto a drogas, alcohol o cualquier clase de vicio, alguien que piensa que esta lucha es para que, una vez derrotado el enemigo, es tiempo de un interminable periodo de relajación y perdición, NO encaja en el imperio. Y es por la misma naturaleza del ejército, (de)constructivista y reconstructivista, que la gente así, aún cuando se pueda tener un enemigo en común (por x o y razones diferidas), es hasta más mortificante para las hordas del fénix. Puesto que por lo menos el enemigo capitalista tiene una base de rutina (que guste o no, un plan y una base siempre enriquecen cualquier trabajo que se haga) donde el trabajo es el factor alfa de la existencia. Así que repito: En la utopía que se pretendiese conseguir NO HAY LUGAR PARA LA HOLGAZANERÍA NI PARA LA IDIOTEZ. Si se lucha por un trato justo en la construcción de nuestra humanidad, si se lucha por una educación que enriquesca al humano con las cualidades del tiempo y del descubrimiento, jamás se luchará por algo que degrade el espíritu o la integridad de nuestra raza humana.
Dejando estas negativas para la incersión al ejército del fénix, siempre hay espacio para quien se interese en el crecimiento humano, para quien crea en un mejor mañana, para quien no acepte la discriminación, la injusticia, la corrupción, la maldita ignorancia, y principalmente para quien entienda de lo que se está hablando.
Solo queda decir un decreto para concretizar la idea en cuestión:
DECRETO#4:
La libertad y el derecho se ganan, y una vez ganados se aprovechan, nunca se transgiversan o se malentienden. Quien no entiende su propia libertad no la merece.
