martes, 5 de mayo de 2009

LA GRIPE MEXICANA


¿Porqué habrían de ser contagiosos los mexicanos que o están en contacto enfermos, los viajeros, los cuidadosos? ¿El que nace en tierra azteca nace infectado?
Pregúntenselo a los chilenos, a los colombianos, a los peruanos, a los ecuatorianos, a los brazileños, a los cubanos, a los argentinos... Por no decir a los ya estereotipados racistas primermundista, los franceses, los alemanes, los chinos, y en algunas escepciones (extrañamente los que menos) los norteamericanos (quizás Obama despierte un aire de hermandad que el imperio no había conocido jamás).
Es una verguenza la manera discriminatoria e ignorante en la que estos países han situado al mexicano, el país donde se les recibe con los brazos abiertos, donde la "batalla" contra la influenza ha sido llevaba acabo. Aquí, donde cualquiera es bienvenido a nivel de hermano, donde les da gusto acoger al extraño, hacerlo sentir como en casa.
Los rechazos deportivos de Colombia, Ecuador, Peru, y sobre todo de Chile dejan tanto vacío, pues ¿cómo es posible que en su nivel tercermundista (sin justificar a los países ricos), como países que van a la par de gobiernos como el mexicano, y ya no hablando de gobiernos, hablando de hermandad y familiaridad, estas comunidades nos desprecien cual leprosos, me repuganan las actitudes discriminatorias, crimenes de odio que no tienen razón de ser. El acto del futbolista Reynoso, al escupir en la cara del contrincante chileno es enaltecido como una minima porción del desprecio que se siente ante el racismo latinoamericano.
Los carteles en Brazil y Alemania resaltando en las televisoras de todo el mundo bajo la consigna de huir a la "gripe mexicana", la cual haya o no haya iniciadose en México no justifica razones para la discriminación o el racismo. Con los niveles de pobreza de Brazil, más compañerismo deberían de mostrar en situaciones como esta. Mientras que en el caso alemán, mejor en tiempos hitlerianos, los alemanes mostraban más compañerismo (obviamente hipócrita), que en tiempos como el de ahora cuando miles de judíos alemanes del holocausto lloran por el recuerdo de los actos terribles asociados con la separación de las razas, y la creencia de superioridades por procedencia o color de piel. El imperio dice que más humildad y empatía, pueblos como el alemán deberían de sentir, que asco.
La Unión Europea, liderada por las opiniones francesas solo hace quedar en ridículo a un continente entero que tiene como raíces las peores epidemias de la historia, además de haber provocado pandemias peores en sus conquistas por toda la Tierra.
Nuestros hermanos argentinos, que por tanto tiempo hablaban y se codeaban por su superioridad latinoamericana, ahora tienen motivos para sentir repulsión por los mexicanos, nosotros que abrimos las puertas a sus habitantes cuando su país menos posibilidades tanto económicas como sociales tenían. No importa, los llamados argemex repudían sus opiniones contra los mexicanos. Ellos, junto con la comunidad de residentes belgas, que ya su gobierno regreso a Bélgica, saben el nivel de humanidad de nuestras tierras, criticables desde tantas perspectivas, menos de xenofóbicas.
El peor y más deprimente cuento del camino mundial de la mexican flu es el chino, que en sus primeros años, los actuales, de levantamiento a niveles de primer mundo, demuestran que todas las enseñanzas con respecto de igualdades humanas y de trato justo que los principios populistas y comunistas les dejaron, el poderío se lo ha llevado. [Hablé al respecto en la entrada pasada]
Los cubanos que tanto claman con la reactivación de relaciones con Estados Unidos, cierran las puertas a los de nuestro país.
Y para terminar, el más deprimente de los capítulos globales antimexicanos del mundo es del pequeño y roto país de Haití, al cual, el gobierno mexicano ha estado brindando apoyo desde las desgracias de los huracanes. Ahora que el barco militar mexicano, con víveres para el pueblo, ha arrivado a playas haitianas, el gobierno ha mandado el contenido regreso a México sin desembarcar, todo por el asco hacia los mexicanos.
Ahora nos ha tocado el repudio del mundo por una maldición, desearía la unión para el futuro.
Y esto no debería de ser un solo deseo, debería de convocar como obligación a todo el pueblo de México, a que conoscan el malagradecimiento de los ignorantes, que esto se vuelva un impulso para el crecimiento, un enaltecimiento de nuestro nacionalismo, y al final, pagar con la misma moneda a los que nos han ayudado, y a los que nos han repudiado.

MEXICANOS, ES HORA DE LA UNIÓN!!!!






subtítulo:
> Para iniciar con un replantamiento de la idea de El Mexicano deben de dejar de hacer TERRIBLES PENDEJADAS como la de haber apedreado la casa del veracruzano niño zero. Condeno terribles acciones, y mando un virtual abrazo a la familia, y un suspiro de hermandad y fraternidad.




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