Exactamente ahora pasa ya de la una de la mañana, el aroma sulfúrico es lo que nos muestra entre matorrales la jornada electoral que inicia después de las ocho.
La Siguiente Campaña ha tratado de enfatizar los contras de la votación, los contras de los partidos, ha denotado que no existen verdaderamente ni un solo acierto de estas escorias que se han autonominado como siguiente seleccionadores de nuestro porvenir.
¿Qué es lo que pasará entonces dentro de siete horas?
Seré certero, cruel, paradójico, pero fiel al fénix.
Al momento de anular el voto, el porcentaje general de votos emitidos reduce, así, por ejemplo, haciendo una simple analogía, si de 10 niños que juegan en el recreo, solo 4 deciden terminar el juego, cada niño sobrante representará el 25% de la población final del total en cuestión. Igualmente pasará con la anulación del voto.
Los Votos Nulos sí cuentan, pero solo para reducir el gran total con el que se está tratando el conteo final, por lo tanto, la nulificación del voto, pudiese resultar un cuchillo de doble filo, letal para el enemigo si es bien utilizado, letal para el ideal si no existe un verdadero compromiso.
Entonces, el Buen Uso del Voto Nulo:
Deben de realizar una de las principales y primarias tareas que el ejército del fénix menciona a través de estos diarios entrópicos: Convencimiento, la propagación del ideal. Así como la influenza se convirtió en una pandemia en su momento, nosotros debemos de serlo también en contra de quien nos humilla, ejerciendo el poder y control de la nación solo por elementos monetarios, y nada más...
En siete horas deberán de convencer a cuantas personas puedan, para cambiar la historia mexicana, para resultar un verdadero cambio, uno que sirva para el bienestar de la patria, por lo tanto, el bienestar de cada uno de nosotros. Difundan las contrariedades señaladas en esta campaña que termina, convensan que convensan, eso es lo que debemos de hacer ahora, y después de esto, esperar por la lealtad...
En siete horas
NO VOTARÁS
Házlo por el bien de la nación.
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