miércoles, 8 de octubre de 2008

SANGRE CELESTE


Así, el cielo marchito se desplomó como si el mar estuviera situado sobre nosotros, y solo el resplandor del poderoso fénix nos alumbró mientras la oscuridad en el mundo reinaba.

He navegado por esos ríos de sangre que dicen el futuro, y el color rojo talvez sea sufrimiento más que ira, no lo sé, desde la barca con la que recorro las nubes solo el fénix me guía.

La entropía es un sonido estruendoso que nunca se calla, persiste. Esta guerra va de mal en peor, ya nadie en el mundo soporta semejante periodo hostil, y pareciese que la luna menea los mares con locura, pues nunca disminuyen las olas.

Los Devilstone me acompañan, esta vez un poco carcomidos, pero continuando, sabemos el camino que debemos tomar pues esta brújula jamás se descompone, sin embargo ese horizonte fatal ya lo puedo dibujar.

Lucy ha negado lo que digo que veo, pero esa destrucción es inevitable, al final de este camino fluvial está la cascada, y cuando descendamos por ella, no sé a qué nuevo infierno nos vamos a adentrar...

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