miércoles, 13 de enero de 2010
VESTIDO NEGRO DE HAITÍ
Quejándonos, quejándonos, y aún cuando enero pretende ser el mes más sengriento del sexenio, increiblemente derrotando al multigalardonado con muerte diciembre del 2009,no podemos mostrar apatía ante el terrible terremoto del país más pobre del mundo. Sí, no es secreto que no somos los más jodidos en este mundo muriente; pero el azote del pueblo con la mano destructora de dios, no nos deja otra palabra que luto, y repaldada débilmente con otra como la es "suerte".
En uno de los más tristes y decadentes momentos para nuestros hermanos haitianos, hoy, Puerto Principe se ha vuelto un cementerio para los que han caído en las garras del inmisericordioso dios castigador. Se ha hablado de medio millón de muertos, se ha hablado de que no medicinas, de que no hay quién las recete, se ha hablado de un momento de devastación a una escala como nunca antes se vió en ese país caribeño.
Entonces, en medio de este panorama de muerte y destrucción, y con las manos de dios atascadascon sangre, me inclino y les deseo la máxima de las suertes en el oscuro porvenir que les depara.
Devilstone por Haití
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