El fénix finalmente ha resurgido, luego del largo retargo que la traición del Asho había traído a las hordas del imperio, la noche anterior Devilstone arrasó como máquinas de muerte, inmisericordiosos, potentes como solo el odio puede ser, la entropía ha sido precensiada a los incrédulos y desconocidos, un ejército grande marchó entre los odiadores, pese a todo, destrucción, enojo, reciprosidad ante el mensaje que hemos estado tratando de esparcir. Un eco de demencia arañaba las entrañas de los presentes, y las máquinas no tendrán nunca piedad, estos artefactos, vehículos de la anarquía traerán la eliminación a la razón, y los sinsentidos del mar rojo ahogará a los oponentes, a esos por los que la lucha conoció el trayecto.
Hemos estremecido al mundo, hemos corroído las vidas de los que vivieron el paso de ese poderoso fénix, en este año que empieza, el año entrópico por excelencia, el año de Devilstone, es ahora o es nunca.
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